Leishmaniosis: la enfermedad del mosquito

La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria grave
que afecta al perro provocada por un parasito denominado Leishmania infantum. El parásito se aloja en un tipo de células sanguíneas, los macrófagos, y lo podemos encontrar en sangre, en piel, hígado, riñón y también en articulaciones.

¿Cómo se transmite?

El mosquito pica a un perro infectado y en la sangre que absorbe de este perro van formas parasitarias (leishmanias). En este momento el mosquito ya está infectado. Dentro del mosquito las leishmanias sufren una serie de cambios morfológicos y comienza su multiplicación hasta que el interior del mosquito esta repleto de leishmanias en su forma infectante.
Cuando este mosquito vuelve a picar a un perro sano le introduce estas leishmanias que llegan a la piel y a la sangre.
Aparece una pequeña lesión dérmica (chancro de inoculación) en la zona de la picadura, que suele ser en zonas menos desprovistas de pelo, como orejas, hocico y panza. Es aquí donde el parasito vuelve a sufrir otra serie de variaciones morfológicas que lo devuelven a su estado original anterior a su paso por el mosquito y es ya cuando se disemina por todo el animal.

¿En qué época es más frecuente?

El mosquito vive en un periodo de tiempo delimitado por el calor, es decir, aparece en mayo y finaliza en septiembre u octubre, aunque hay zonas de España más calurosas donde el mosquito vive casi todo el año.
El habitad idóneo para el mosquito suelen ser zonas húmedas y calurosas tales como charcas, humedales o cualquier zona donde haya agua estancada y con gran cantidad de materia orgánica, aunque también es cierto que se ha acostumbrado muy bien a vivir en zona mas secas. El mosquito suele tener su actividad desde el atardecer hasta el amanecer.

¿Qué y cómo se produce?

La patogenia que produce este parasito se debe a una reacción inflamación crónica proliferativa de distintos órganos tales como hígado, riñones, órganos linfáticos y piel. En los riñones se produce un daño en las paredes internas que producen la inflamación de los túbulos que con el tiempo llevan a una insuficiencia renal. En el hígado se presenta también un aumento del tamaño de los vasos provocando una hiperemia que va aumentando y provocando que el órgano vaya perdiendo su funcionalidad.
El cuadro lesional cutáneo es más amplio ya que se presenta de muchas formas distintas, la lesión básica es una dermatitis crónica proliferativa que puede caracterizarse por una descamación de la piel que la vemos como una caspa, esta dermatitis suele evolucionar a un engrosamiento de la piel donde quedan zonas desnudas de pelo, también puede presentarse en forma de ulceras, heridas abiertas que tardan mucho en cicatrizar, ya que otra, cualidad de la enfermedad es que aumenta el tiempo de cicatrizado de las heridas. Otro signo muy común en perros infectados por este parasito, es un crecimiento tanto en longitud como en anchura desmedido de las uñas conocido como “onicogriposis”.

Los síntomas clínicos más comunes y por lo que podemos sospechar que nuestro perro tiene leishmania son:
  • Pérdida de pelo sobre todo alrededor de los ojos, orejas y nariz.
  • Pérdida de peso progresiva aunque sin pérdida de apetito.
  • Aparecen heridas en la piel, sobre todo en las áreas donde hay contacto con el suelo al tumbarse o sentarse.
  • Aparece caspa por todo el cuerpo bajo el pelo.
  • Aumento del tamaño de las uñas.
  • Puede aparecer sangrado por la nariz del animal en casos muy avanzados.
  • Aparecen síntomas relacionados con insuficiencia renal.

¿Cómo detectarlo?

Para diagnosticar la enfermedad lo más indicado son las analíticas de sangre, que debido a que el periodo de incubación de la enfermedad esta entre 1mes y 7años, lo recomendable seria hacer dos analíticas al año: una en diciembre-enero (así detectaríamos las posibles infecciones del verano anterior) la otra en junio-julio (para posibles infecciones en primavera y alguna infección del verano anterior que no se manifestó).
El diagnostico precoz de la enfermedad es muy importante (ya que si, detectamos la enfermedad en los primeros estadios, antes de que haya una afección importante de los órganos y la tratamos, nuestro perro vivirá muchos años con un buena calidad de vida).

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la Leishmaniosis, hasta el momento, se basa únicamente en el tratamiento de la sintomatología y el empleo de sustancias leishmanicidas. No se llega a eliminar el parasito de la sangre, pero conseguimos que su nivel en sangre sea menor y por lo tanto, no perjudiquen a los órganos más importantes. En cuanto a la vacuna todavía esta en periodo de prueba en Brasil.
Los fármacos que se administran a los animales lo que hacen es matar a un gran número de leishmanias pero nunca lo hacen del todo por lo que aunque el animal mejore no podremos descartar el que vuelva a recaer de nuevo.

¿Cómo prevenirlo?

Para proteger a nuestro perro de la picadura del mosquito podemos tomar una serie de medidas:

  • Podemos aplicar distintos productos repelentes de los mosquitos sobre nuestro animal tales como pipetas, sprays o collares.
  • Si nuestros perros viven en perreras con caseta podemos instalarles mosquiteras y que las horas de mayor actividad del mosquito las pasen dentro de las perreras.
  • Existen plantas aromáticas que repelen a los insectos (lavanda, romero, tomillo) y la verdad que son plantas muy resistentes, se pueden poner unos maceteros cerca de las perreras.
  • Si viven en casa con nosotros podemos usar un repelente de mosquitos de los múltiples que hay en el mercado (de enchufe, velas, spray….). Estos repelentes también se pueden usar en las perreras.

¿Qué hacer si tu perro ya está infectado?

Hay que tener claro que un animal infectado va a ser un animal que hay que tener más vigilado, es decir, debemos seguir el tratamiento a raja tabla e ir controlando los niveles de infección (anticuerpos), con analíticas periódicas. Si seguimos los consejos de nuestro veterinario y hemos detectado a tiempo la enfermedad posiblemente nuestro perro pueda vivir muchos años, aunque nunca podemos descartar una recaída y esto implica un daño de órganos importantes.

La leishmania es, por tanto, una enfermedad parasitaria grave, endémica en muchas zonas de España, a la que debemos prestar una gran atención; y en la que lo más importante es la prevención y el diagnostico precoz.

Bibliografía:

Tratado de medicina interna veterinaria Stephen J. Ettinger & Edgard C. Feldman

Parasitología veterinaria M. Cordero del campillo – F. A. Rojo Vázquez

Guía terapéutica del animal de compañía Juan Rejas Lòpez y Cols

Laboratorios intervet

Fuente: PPPerros.org

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